“Hacienda llama a Second Life®” (La Vanguardia):
Cuando acaba una partida de Monopoly, nadie pretende retener la propiedad de un hotel. El juego on line Second Life® ha llevado mucho más lejos su imitación lúdica de la economía capitalista. Tan lejos, que han surgido propuestas para gravar el universo virtual de Second Life® con un impuesto sobre el patrimonio.
Second Life® reconoce a sus residentes (se llaman a sí mismos lifers) el derecho de propiedad sobre sus creaciones virtuales. Philip Rosedale, el inventor, explica que se inspiró en la lectura del economista peruano Hernando de Soto, de quien aprendió que la superioridad del capitalismo occidental se fundamenta en la propiedad inmobiliaria.